Las ‘cookies’ (su significado es galletitas) son unos pequeños archivos que se almacenen en la memoria del ordenador cuando visitamos muchas de las páginas que vemos en Internet.
Contienen información de la propia página y se almacena con la finalidad de hacernos más cómoda la navegación. Así, cuando volvemos a visitarla en otra ocasión o navegamos por otras secciones de la misma página, cierta información necesaria para nuestra navegación ya no habrá que volver a introducirla.
Conforme los servicios que nos ofrecen las páginas Web se van haciendo más sofisticadas y personalizables, el número de estos archivos aumenta y sus posibilidades crecen. Por ejemplo, si buscamos un determinado vuelo, con ciudad origen y destino en una de tantas páginas destinadas a ello, estas ciudades quedarán grabadas para esa página y si volvemos a ella unos días después, aparecerán en sus lugares correspondientes sin la necesidad de volverlas a escribir.
La ventaja que nos aportan es, por tanto, comodidad en nuestra experiencia de navegación. Entonces,
¿Por qué las cookies están ‘mal vistas’ y nos recomiendan eliminarlas?
Existen razones que recomiendan borrar las cookies cada cierto tiempo. La frecuencia de borrado recomendada estará en función de la cantidad de páginas diferentes que se visitan.
- Aunque son archivos muy pequeños, son muy numerosos. Cada página puede almacenar varios de ellos y son muchas las que visitamos a lo largo del tiempo. Además, para cada usuario distinto configurado en el ordenador y para cada navegador se almacenan independientemente. Por tanto el número puede llegar a ser muy elevado.
- Algunos de los datos guardados pueden ser sensibles, como nuestro DNI, dirección, nombre completo, etc. que alguna página nos haya requerido y se haya almacenado para nuestra comodidad. Algunos programas espías podrían tomar esa información y enviarla a un ciberdelincuente sin nosotros saberlo.
- Sobre todo en ordenadores un poco antiguos pueden provocar lentitud en la navegación cuando se acumulan en gran número.
- Aunque podría considerarse como ventaja por algunas personas, las cookies proporcionan un perfil de usuario que puede condicionar la publicidad o el comportamiento de otras páginas. Los más sensibilizados con los temas de la privacidad preferirán borrarlas inmediatamente.
- Las cookies también son peligrosas si otro usuario utiliza nuestro ordenador o toma el control a distancia, puesto que va a poder utilizar toda nuestra información memorizada haciéndose pasar por nosotros.
- Un tipo especial de cookies son las que guardan nuestro usuario y contraseña para el acceso a ciertas páginas, como redes sociales. Los navegadores nos preguntan si las queremos guardar o no. Nunca hay que guardar las contraseñas de acceso a lugares con información importante, como bancos o las firmas digitales.
- Por último, otra ventaja que veo al borrar las cookies de vez en cuando es que nos obligará a recordar contraseñas que nunca escribimos y además, si tenemos ocasión, debemos aprovechar para cambiarlas.
En resumen, debemos acostumbrarnos a eliminar las cookies periódicamente, para cada usuario si es el caso y para cada navegador que utilicemos. También podemos optar por dehabilitarlas, es decir, limitar al navegador para que no las memorice, pero la experiencia de navegación se vuelve muy incómoda la mayoría de las veces, no lo aconsejo.
La imagen mostrada arriba corresponde a una aplicación para Chrome que se instala en el navegador y facilita la eliminación o revisión de todas las cookies almacenadas, se llama simplemente Cookies.
Como el procedimiento para borrar las cookies es algo diferente para cada navegador, explicar cómo hacerlo en cada uno de ellos nos ocuparía demasiado espacio en este post, así que, si te interesa, lee esta otra entrada relacionada:
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