La pasada semana nos conmocionó una escalofriante noticia acerca del suicidio de una joven de 15 años en Canadá que no pudo superar la terrible presión a la que estaba sometida por ser una víctima del ciberacoso, también conocido como “ciberbullying”.
Cuando solo tenía 12 años cometió su gran error, mostró sus pechos a un desconocido a través de Internet. Un año después, el acosador anónimo la chantajeó a través de Facebook para que siguiera mostrándose desnuda y si no lo hacía, haría sus fotos públicas.
Cumplió la amenaza y las publicó. A partir de ese momento su vida fue un continuo calvario porque aunque su familia llegó incluso a trasladarse de ciudad, el acoso nunca la abandonó.
Un mes antes de su muerte, tras algún intento de suicidio anterior, grabó un vídeo que publicó en Youtube donde a través de pequeños mensajes escritos en cartulinas relataba su angustia y su impotencia. Este vídeo se ha podido ver en todos los medios de comunicación ya que ha sido una noticia de mucho alcance. Si no lo has visto puedes ver aquí el vídeo de Amanda Todd subtitulado en español, aunque advierto que a cualquier persona dotada de un mínimo de sentimientos le generará una profunda tristeza.
Las autoridades canadienses han dado la voz de alarma, se han producido muchas detenciones, hay intentos de modificar las penas y la legislación para acabar con este tipo de acosos, pero para esta chica ya es demasiado tarde.
Ya sé que toda la vida ha habido acoso escolar y que muchos niños lo han pasado mal en su infancia o juventud cuando no había Internet, pero pensemos que lo que antes se limitaba al entorno del colegio y poco más, ahora se vuelve mucho más incontrolable, el acoso dura siempre, las 24 horas, llega a todas las amistades y resulta imposible de ocultar o borrar por mucho tiempo que pase.
Este es solo un ejemplo dramático de cómo puede terminar un caso de ciberacoso en la sociedad de hoy, pero no es el único. Otros jóvenes han sido también víctimas de este nuevo fenómeno y lamentablemente han tenido el mismo fin, el suicidio. A continuación expongo algunos casos reales que he extraído de la página Ciberbullying.com y que podéis visitar para saber más sobre estos casos y todo lo relacionado con este fenómeno.
- Allem Halkic, un joven de Melbourne de 17 años, se quitó la vida en 2009 tras haber sufrido ciberbullying en una red social online. El tribunal que juzgó el caso en 2011 sentenció que había muerto a consecuencia de un acto de violencia.
- Nueve adolescentes (siete de ellos, chicas) fueron juzgados en 2010 por acosar y maltratar física, psicológicamente y a través de móviles y de Internet a una compañera de escuela, inmigrante irlandesa. Phoebe Prince, de 15 años, fue acosada, humillada y agredida durante tres meses por algunos compañeros del instituto hasta que no pudo aguantarlo más y se suicidó ahorcándose. El acoso, de hecho siguió online tras su muerte.
- Ryan se suicidó en 2003 después de años de agresión psicológica cuando solo tenía 13 años. Era acosado continuamente por ser supuestamente gay, afirma su padre. Tras años sufriendo diversos tipos de acoso, al llegar a la adolescencia una traición de un supuesto amigo tras una confidencia online derivó en la extensión del rumor de que era homosexual por todo el colegio. Una chica que le gustaba tonteó con él online haciéndole creer que le gustaba para después humillarlo en persona cuando él dio el paso fuera de la Red, además de distribuir los mensajes privados que había provocado con su fingido interés por él. Fue más de lo que pudo soportar.
Según palabras de su padre: Una cosa es sufrir bullying y ser humillado delante de unos pocos chicos. Una cosa es sufrir el rechazo de una chica y ver tu corazón destrozado. Pero tiene que ser una experiencia totalmente distinta a la de una generación anterior, cuando este dolor y esta humillación son ahora contemplados por una audiencia muchísimo mayor de adolescentes online. Creo que mi hijo habría sobrevivido a estos incidentes de no haber tenido lugar en Internet.
- Holly Grogan, a la edad de 15 años decide acabar con su vida tirándose desde un puente. Fue atormentada en persona y a través de Facebook con acusaciones falsas sobre sus supuestas relaciones sexuales. Ocurrió en Inglaterra en el año 2009.