¿Apagar, suspender o hibernar?

Los ordenadores con el sistema operativo Windows tienen diferentes modos de ‘apagarse’. Cuando le damos al botón inicio para apagarlo, podemos elegir entre tres opciones que esencialmente hacen lo mismo, apagan el equipo, pero que en realidad funcionan de diferente forma y deberemos escoger según las circunstancias.

Las tres posibles maneras de apagar el equipo son ‘Apagar’, ‘Hibernar’ y ‘Suspender’. Antes de decidir cuál es la mejor opción de apagado para un determinado uso, veamos que significa o cómo funciona cada una de estas posibilidades.

Suspender

Si suspendemos un ordenador lo apagamos solo “a medias”. Pasa a un estado de bajo consumo de energía, se apagan la mayoría de dispositivos como la pantalla o discos duros pero una parte de su memoria queda “recordando” la situación del ordenador en el momento de la suspensión. Esa situación que tenían los programas queda guardada en la memoria RAM, un tipo de memoria muy rápida que necesita un pequeño aporte de energía para su mantenimiento. En el momento que volvamos a arrancar, como es de funcionamiento muy rápido, nos devolverá en tan solo unos segundos a la situación que habíamos dejado cuando suspendimos.

Resumiendo…

• Muy rápido apagado y encendido
• Consumo bajo de energía
• Nos permite dejar aplicaciones abiertas

Hibernar

En este caso, la situación de todos los programas queda guardada en el disco duro y el equipo se apaga completamente. No consume energía pues la memoria guardada en los discos duros no necesita corriente para su mantenimiento. Cuando arranquemos de nuevo, el ordenador recuperará la situación de todos los programas tal y como los dejamos, leyendo la información que guardó en el disco duro. El arranque es algo más lento que en el caso anterior.

• Arranque algo más lento
• No consume energía (o de forma insignificante)
• Permite dejar aplicaciones abiertas

Apagar

De este modo todas las aplicaciones deben cerrarse para que el equipo pueda apagarse totalmente. Tanto el apagado como el arranque se efectuarán más lentamente, pues debe descargar y cargar todo el sistema operativo. El consumo eléctrico, una vez apagado, es nulo, pero lógicamente, tanto el proceso de apagado como el de encendido tendrán un consumo mayor que en las opciones anteriores.

• Arranque lento y ‘limpio’, sólo los programas esenciales del sistema operativo y poco más.
• Mínimo consumo posible al estar apagado, pero incrementa el del arranque
• Nos obliga a cerrar todos los programas o aplicaciones

¿Qué opción debo elegir?

No se puede ni se debe escoger una única manera de apagar el equipo. Según las circunstancias deberemos seleccionar entre las tres posibles. Como orientación, podríamos proponer:

Suspender: cuando dejamos de trabajar en el equipo pero pensamos reanudar pronto, como por ejemplo en un máximo de una hora. El arranque será casi inmediato y podremos dejar incluso los programas en situación de uso. Eso sí, recuerda guardar los archivos antes de suspender, evitarás su pérdida si algo va mal.

Hibernar: será la mejor opción si pensamos dejar de usar el ordenador durante varias horas, incluso algunos días. Es la opción más equilibrada respecto al tiempo de arranque y consumo de energía, además, si dejamos los programas habituales abiertos, evitaremos tener que ejecutarlos de nuevo.

Apagar: además de ser la mejor opción en caso de dejar el equipo por un tiempo prolongado, es una operación obligatoria cada cierto tiempo, necesaria para el correcto funcionamiento de Windows y otros programas. Es conveniente y a menudo impuesto por Windows ‘Reiniciar’ el ordenador para la instalación de las diferentes actualizaciones. El efecto de reiniciar es el mismo que apagar y encender.

Portátiles

Para el caso de ordenadores portátiles, habría que tener en consideración alguna cosa más…

• Cuando el portátil está funcionando con la batería debemos extremar el ahorro de energía, por lo que el método preferido para la mayoría de las ocasiones sería la hibernación, exceptuando los casos en que el apagado sea solo para unos minutos, en cuyo caso escogeríamos la suspensión.
• Conviene respetar los ciclos de las baterías para alargar su vida útil, cargarlas y descargarlas hasta el límite máximo y de forma regular y no dejarlos enchufados al cargador continuamente. Cuando un portátil se queda sin batería pasa automáticamente al estado de hibernación.
• Si vamos a trasportar el ordenador de forma que pueda sufrir golpes, entonces la mejor opción sería el apagado.

Podemos configurar el comportamiento de las diferentes formas de apagado, es decir, podemos elegir por ejemplo qué hará un portátil cuando le pulsamos el botón de apagado/encendido o cuando le bajamos la pantalla para cerrarlo. También se puede configurar el efecto del botón de apagado de Windows. Sigue el enlace anterior si quieres saber cómo.