Los relojes inteligentes conectados a Internet o smartwatch para niños siempre se han considerado peligrosos por sus reducidas medidas de seguridad ante posibles ataques de los ciberdelincuentes. Esa y otras razones han llevado a Alemania a prohibir estos dispositivos y otros juguetes conectados diseñados para los más pequeños.
Lo que ha llevado a la Agencia Federal Alemana de Internet a prohibir estos relojes es la capacidad de espiar en silencio el entorno del niño. En este comunicado no solo prohíben su utilización o venta, sino que obligan a sus propietarios a destruirlos y a mostrar a las autoridades alguna prueba de haberlo hecho o pueden enfrentarse a importantes sanciones económicas.
No es algo nuevo en Alemania, ya fue prohibida en este mismo país la polémica muñeca Cayla aparecida en el mercado hace aproximadamente un año. La razón fue la misma, la capacidad de utilizar los disimulados dispositivos con los que cuenta, cámara y micrófono, para realizar espionaje sin ser advertido por las personas del entorno.
Al parecer, se ha descubierto que estos relojes inteligentes han sido utilizados para espiar lo que sucedía en las aulas de los colegios mientras los niños permanecían en ellas. De este modo, los padres escuchaban a los maestros de forma oculta, lo que ha encendido todas las alarmas por ser considerado un caso grave de espionaje.
En realidad son dispositivos muy interesantes desde el punto de vista de los padres. Diseñados con grandes pantallas y con colores atractivos, están pensados para niños de entre 5 y 12 años. Algunos modelos ofrecen funciones tan llamativas como la posibilidad de que nos llame con tan solo pulsar un botón, de localizarlo en un mapa a tiempo real, que nos avise si sale de un área geográfica determinada o de que active la función de emergencia en la que incluso podemos oír y grabar lo que sucede en su entorno.
También existen en el mercado otros relojes destinados a los niños sin tantas funciones y que por lo tanto estarían fuera de peligro. Algunos se limitan a contener juegos, cámara y poco más, pero sin conexión a Internet. Los padres deberemos averiguar qué características tienen los relojes que pensamos regalar antes de tomar una decisión. Es nuestra obligación conocer sus funciones, los riesgos que entrañan y actuar en consecuencia.
Grabar conversaciones sin el consentimiento de las personas involucradas está prohibido. Algunos relojes permite hacerlo de forma remota y silenciosa, sin advertir de ello en su pantalla o de algún otro modo. Solo por ello es suficiente para que las administraciones más exigentes, como la alemana, prohíban su uso y venta.
Pero además, el riesgo es todavía mayor porque son vulnerables a los ataques de los ciberdelincuentes. Estos relojes y muchos otros juguetes inteligentes conectados a Internet están provistos de cámaras y micrófonos que podrían ser utilizados de forma silenciosa por un atacante para grabar todo lo que sucede en el entorno del niño. Algo realmente arriesgado cuando además hablamos de dispositivos que acompañan siempre a los menores y normalmente en el entorno familiar.
¿Comprarías uno de estos relojes a tus hijos?
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