Las ideas para las aplicaciones móviles parecen no acabarse nunca. En esta ocasión quisiera comentar una muy reciente aparición, de momento solo disponible para Android y que tiene como nombre Helpday.
Está basada en una gran idea. Muchas personas en nuestra sociedad estarían dispuestas a ayudar de forma altruista a otras que realmente necesiten ayuda de forma puntual. Pero, ¿cómo localizar a esas personas necesitadas y en el momento justo?
La aplicación consigue precisamente eso, poner en contacto al necesitado de ayuda con el voluntario dispuesto a ayudar, siempre que se encuentren relativamente cerca uno del otro.
Para ello utiliza el sistema de geolocalización del smartphone, por lo que deberemos tener activado el ‘gps’ para que la ubicación sea más precisa. Su uso es muy simple, con esencialmente dos pantallas, una para publicar nuestra necesidad y establecer el tiempo que queremos que esté activa (h!) y otra para ver si alguien en nuestro entorno ha solicitado algún tipo de colaboración (h?). Además dispone de servicio de chat que permite la comunicación entre usuarios.
El sistema nos avisa automáticamente mediante una notificación en el móvil cuando alguien en nuestra zona ha solicitado ayuda y si queremos llegar hasta él, nos presenta la ruta a pie en el mapa para poder localizarlo.
Como es lógico, esta aplicación, como muchas otras que se basan en la relación social, solo tendrá utilidad si el número de usuarios alcanza un gran nivel. Como está empezando, de momento será difícil encontrarle utilidad, pero pensemos en las posibilidades que podría tener.
Desde peticiones poco trascendentes como “¿Dónde podría comer bien por esta zona?” o “Necesito encontrar una ferretería” hasta situaciones un poco más delicadas, como “He pinchado la rueda y no tengo la llave para desmontarla”.
Pero donde se me ocurre que más utilidad se le podría dar a una aplicación con estas funciones es en las catástrofes naturales, como terremotos o inundaciones. Si todos dispusiéramos de estas herramientas para localizar y ser localizado ante un mensaje de SOS, quizá muchas personas se salvarían de fatales desenlaces gracias a la ayuda de los supervivientes más próximos.
Aunque, si llegara a triunfar, no todo sería positivo. Pensemos en la cantidad de gente mal intencionada que podría aprovecharse de situaciones delicadas de otras personas. ¿Cómo confiar en aquella persona que viene a echarte una mano si no la conoces de nada? Pienso que un número importante de personas no llegarían a confiar en este sistema por temor a encontrarse con gente no deseada.
Y qué impide a un ‘timante’ utilizar esta función para tomar el pelo o a los voluntariosos ciudadanos.
Lamentablemente, aunque la idea es genial, posiblemente la misma sociedad termine por inutilizarla ya que desgraciadamente no siempre se cumple aquel dicho que dice “todo el mundo es bueno”.
¿La instalarás? ¿La utilizarías para pedir ayuda o hacer de voluntario?