No han sido ni uno, ni dos, ni diez los padres y madres que me han preguntado sobre cómo pueden espiar lo que hacen sus hijos en Internet, han sido muchos más. Otros han ido más allá y me han pedido que les robe las contraseñas de Facebook o Tuenti con un keylogger o similar, lo cual me preocupa más porque quiere decir que ya han estado investigando cosas por su cuenta.
Pues bien, cuando les explicas que espiar no es una solución, que además según el contexto seguramente sea ilegal, y que deberían educar a sus hijos en vez de espiarles, por un lado montan en cólera (no les gusta que les llames “malos padres” a la cara) y por otro sueltan la contestación clásica “¡Mi hijo es mío y le espío si me da la gana! Faltaría más…”.
No señores, no: de forma general NO SE PUEDE. Tal como explican muy bien en este post (¿Puedo espiar a mis hijos? ¿Es legal? ¿Qué medios electrónicos puedo usar?), los menores tienen derecho a la intimidad personal, así como a la inviolabilidad de la correspondencia y al secreto en las comunicaciones, lo que quiere decir que sus Whatsapps, sus mensajes de Facebook, o sus correos electrónicos son suyos y no se pueden espiar libremente tal como indica la Ley Orgánica 1/1996 de protección jurídica del menor.
Alguno se echará las manos a la cabeza pero que no cunda el pánico. He dicho que no se pueden espiar de forma general pero existen excepciones: cuando hay una evidencia real de que la integridad del menor corre peligro, el padre o madre debe velar por su seguridad así que se han dado casos en los que el juez ha estimado que espiar al menor era necesario (siempre a posteriori). Como siempre que se producen estas situaciones, en última instancia será un juez quien diga si esta violación de la intimidad está justificada o no, así que de momento la mejor opción es evitar los problemas de forma preventiva, en vez de empezar a apagar fuegos cuando seguramente sea demasiado tarde.
Por suerte para muchos padres y madres, los hijos no saben hasta qué punto tienen derecho a la privacidad y muchos comparten sus contraseñas con sus progenitores bajo la amenaza de que les retiren la Play o la Xbox. Esta situación genera en los padres una falsa sensación de tranquilidad ya que creen que lo tienen todo controlado, pero no caen en que si has obligado a tu hijo a que te dé la contraseña del correo electrónico, si quiere hacer algo malo nada le impide crearse una nueva cuenta secreta desde la que hará y deshará a voluntad, mientras papá y mamá están entretenidos revisando el correo equivocado. Si papá y mamá se enteran de que esa cuenta existe se enfadarán mucho y le quitarán el PC de la habitación, o en el peor de los casos darán de baja el Internet de casa, y el niño o la niña irán a navegar a casa de un amigo o a un locutorio, lo cual vuelve a hacer que perdamos el control absoluto de lo que hacen en la red.
Así pues, ¿qué puedo hacer?
Las medidas técnicas están ahí para ayudarnos, así que utilicémoslas con cabeza.
Cuando son muy jóvenes es necesario que utilicen cuentas limitadas y software de control parental más enfocado a que no instalen cosas sin querer, que no les engañen con banners de “eres el visitante 1.000.000”, y cosas por el estilo.
Algo que muchos padres y madres no tienen en cuenta es utilizar control de cuentas de usuario para tablets y similar y luego pasa lo que pasa: niños comprando vidas, corazones o diamantes en juegos online con dinero real sin tener realmente claro qué está pasando y cargando facturas monstruosas a las tarjetas de crédito de los padres (Apple devuelve a los padres de un niño…). Tampoco pasan desapercibidos los casos de figuras públicas que tienen que pedir perdón por haber dejado sus herramientas de trabajo a los hijos para que jueguen (El director general de la Policía presume de récord en Twitter) lo que pone de evidencia la necesidad de tener diferentes cuentas de usuario incluso en dispositivos móviles.
A mediana edad, cuando empiezan a perder la inocencia de la niñez llega el momento de poner control sobre la navegación pero siempre insistiendo en que el menor sepa que se le está controlando y haciéndole entender el porqué de cada medida: es recomendable configurar el ordenador para limitar las horas de juego y navegación de forma que se puedan administrar el tiempo online. Un software de control parental disuasorio también puede ser un gran aliado: si el ordenador te prohíbe navegar por ciertos sitios web, seguirás probando sitios web, pero si el ordenador te avisa de que va a registrar las cosas que hagas, te cuidarás mucho de no hacer nada extraño.
Conforme se hacen más mayores la mejor y prácticamente única opción es apostar por la concienciación, formación y sobre todo mucho dialogo. Si desde pequeños se les enseña a utilizar correctamente Internet, si se les enseña a postear con sentido común, a ser recelosos de su privacidad, a ser críticos a la hora de consumir contenidos digitales, y a pedir ayuda cuando alguna situación les desborde, cualquier problema que surja será mucho más fácil de tratar.
Por último, resulta muy enriquecedor interactuar con ellos online: puedes decirle muchas veces a tu hijo que no suba fotos comprometidas a Internet, o que proteja su perfil y que solo agregue a gente que conozca, pero en el momento que ve a sus padres con una cuenta de Tuenti, tener clarísimo que se preocupará por investigar la pestaña de la privacidad. No se trata de que esconda cosas a sus padres, sino que tome conciencia de que cada publicación tiene su público y que antes de postear algo tiene que meditar si es buena idea o no.
Dejando de lado la vigilancia de la identidad digital de los hijos, pero continuando con el buen uso de las tecnologías puede ser interesante utilizar en el núcleo familiar herramientas de geoposicionamiento como las que explican en este artículo de Xataka (Google Latitude, ¿alternativas?). Es un tema polémico así que cada uno que valore lo cómodo que se siente siendo monitorizado las 24 horas por empresas ajenas, o lo que es peor, que sus hijos lo estén, pero eso ya entra dentro de lo receloso que sea cada uno con su privacidad en comparación con los beneficios que te pueda aportar (recordemos la historia de pulgarcito Pulgarcito y las migas digitales).
Hay suficientes peligros como para dejar demasiada libertad a un hijo
Para más información: http://espiarunmovil.es/por-que-espiar-a-tu-hijo/
Cain Ortega, lo que tratamos de explicar es que hay una linea que no se debe traspasar entre preocuparte por tu hijo y hacer algo desproporcionado e ilegal.
¿Somos conscientes de que con el programa que mencionas, quien ha hecho la aplicación puede ver las fotografías de los menores y saber donde están en cada momento?
Si lo consideramos a nuestros hijos lo suficientemente responsables como para tener un smartphone, enseñemosles a ser responsable con él y los peligros a los que se puede enfrentar, o mejor no se lo demos.
Cain Ortega, desde el momento en que en el apartado legal de la página que mencionas se advierte que utilizar la aplicación para espiar un móvil ajeno es ilegal, queda todo dicho…
Queda todo dicho? no te lo crees ni tu, advertencias legales que los menores no son conscientes y los padres de menores de edad tenemos derecho a fisgonear su actividad en la red te guste o no, tienes hijos? mi intuición y tu respuesta juntas me indican que no, por lo tanto no tienes derecho a opinar sobre el tema debido a que en su educación debemos tener todas las armas a nuestra libre disposición para que la mierda de redes sociales no influya de forma nociva en nuestros hijos, las redes sociales hoy día están haciendo un daño colosal… Read more »
Juan Ángel: Bla-bla-bla y más bla. Tienes hijos?. Pues entonces no tienes derecho a opinar. Esto, querido amigo, se llama demagogia barata, como no tienes hijos, no tienes derecho a opinar. Todos tenemos derecho a una opinión se tengan o no se tengan y, por cierto, TÚ NO TIENES DERECHO A FISGONEAR EL TELÉFONO DE TUS HIJOS,TE GUSTE O NO: Dice el artículo 18 de la Constitución en el punto 1 que todas las personas tienen derecho a la intimidad, incluidos los menores: Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.… Read more »
:D Según diferentes estudios y sondeos, antes de 2012 era corriente pensar que el llamado sexo telefónico, o dicho de otra forma, el envío de imágenes o textos de carácter sexual, solo afectaba al 10 o 15% de nuestros adolescentes. Pero en la actualidad se estima que esta cifra estaba subestimada y que en realidad incluye a un 20% de los menores…
conviene recordar que whatsapp y los sistemas IM exigen un contrato de prestación de servicios de telefonía móvil ( EULA) que solo puede suscribir y suscribe el padre, y que por tanto al igual que es el responsable de los actos realizados por los hijos ( padres procesados por difusión de fotos de sus hij@s) tiene libre acceso al contenido porque es “su” contenido. Y ello es aplicable también al uso de redes sociales por menores de 14 años.
Y que “intimidad” y ” privacidad” son conceptos jurídicos diferentes.
El hijo abajo firmante declara que es conocedor que el uso del acceso a Internet paterno-corporativo y el uso de dispositivos paterno-corporativos esta sujeto a monitorizacion sin previo.
Firma del hijo
Cuando mi hija tenga uso de razón, tendrá que firmar algo parecido si quiere usar cualquier acceso a la red…
La forma es genial. Pero hay un claro fallo en el consentimiento, que está condicionado. Además, si sabes algo de derecho, sabrás que los derechos fundamentales son inalienables, aún por el propio poosedor de ese derecho.