Mamá, Papá…, quiero un Smartphone

Esta frase, si somos padres de niños o jóvenes, la hemos oído ya o la oiremos en un futuro próximo con toda seguridad. Es igual que tengan móvil o no. Ahora lo que ‘se lleva‘ es el Smartphone. Ese súper teléfono móvil que nos permite mantenernos conectados continuamente a Internet, especialmente a las redes sociales donde están todos nuestros amigos.

“Pero, además del aparato, que seguro que es muy caro, ¿cuánto me va a costar mantener esa conexión a Internet continua desde un móvil?”

No es una pregunta fácil de responder con un número. Depende de muchas cosas, pero intentaré resumirlo comentando los factores que influyen y haciendo una comparación entre los contratos más económicos que tienen actualmente dos compañias diferentes que, en principio, cumplirían con las necesides de un joven.

Lo primero que hemos de decidir es si queremos desembolsar una mayor cantidad de dinero inicialmente y comprar el móvil sin compromiso de permanencia o si por el contrario preferimos adquirirlo más económico, subvencionado por una de las grandes compañías y asumir un gasto mayor a lo largo de la permanencia obligatoria. En términos generales y como parece lógico, al final nos saldrá más caro si lo compramos subvencionado porque de alguna manera nos lo están financiando.

En el siguiente cuadro muestro una comparativa entre Movistar, como ejemplo de compañía líder del mercado y Simyo, una compañía ‘low cost’ donde no exigen permanencia y podemos encontrar varios terminales libres interesantes.

Podemos ver el coste de dos aparatos, el Iphone 4 (uno de los más caros del mercado) y Samsung Galaxy Mini (un terminal mucho más asequible con prestaciones suficientes).

Algunas aclaraciones:

• Precio del teléfono: es lo que nos cuesta inicialmente el aparato. En Movistar lo compramos subvencionado, pero el contrato tiene una permanencia obligatoria de 18 meses.
• Fijo llamadas/mes: es el consumo mínimo, cantidad fija que pagaremos hagamos o no llamadas + sms. En Movistar, si pasamos de 10,62 € pagaremos a 7.08 cts/min. En Simyo no nos cobran llamadas si no las hacemos y su tarifa es de 3.54 cts/min. En ambos casos hay que añadir unos 18 cts por cada establecimiento de llamada.
• Fijo datos/mes: cantidad fija que pagamos por disponer del servicio de datos para Internet.
• Consumo llamadas/mes: para equilibrar al máximo la comparación, supongo para Simyo un gasto en llamadas + sms igual al consumo mínimo de Movistar, unos 10 €.
• Descuento/promoción: descuento inicial por promoción para nuevos contratos.
• Tráfico incluido en Mb: cantidad de datos (subida + bajada). Existe una opción en Movistar más económica que permite sólo 200 MB por lo que creo que carece de interés. Considero que 500 MB al mes puede ser una cifra mínima razonable para un uso normal con redes sociales diariamente. Hay que tener en cuenta que mientras se utiliza en casa, mediante la conexión wifi, no se consumen datos del contrato del teléfono. Es importante decir que en Movistar, si excedes los 1000 Mb, la velocidad desciende a 128 Mb pero no te cobran más. En Simyo, para este contrato, si lo excedes, te cobran a razón de 3.54 cts por Mb, lo que nos obliga a llevar un buen control del consumo.

Conclusión:

Es evidente que si compramos el teléfono en una compañia que nos lo subvenciona pagaremos bastante más. Pero quizá haya personas que esto no lo valoran negativamente porque prefieren desembolsar menos dinero inicialmente y pagarlo de forma aplazada.

Si optamos por un dispositivo económico, que ofrezca prestaciones suficientes y no elegimos modelos de última generación, un smartphone libre puede costar entre 100 y 200 €. Y yo no descartaría la compra de alguno de segunda mano, siempre que nos ofrecieran la suficiente garantía. A todos los terminales se les puede hacer un ‘reset’ y así dejarlos como venían de fábrica.

A partir de este precio podemos encontrar teléfonos hasta los 600 o 700 € fácilmente y por supuesto, toda una gama de precios intermedios.

El terminal de Movistar requiere su liberación tras 18 meses para poder usarlo con otra operadora. El de Simyo es libre de origen y podemos cambiar de operadora cuando queramos, no tiene permanencia. Este puede ser un factor importante para tomar la decisión. La permanencia obligada suele llevarse muy mal cuando se combina con alguna sorpresa desagradable que afecta a la calidad del servicio.

Respecto a la factura del mes, si recurrimos a una compañía de bajo coste como Simyo, Masmovil, Pepephone, etc. el ahorro puede ser muy importante. Un joven puede reducir mucho sus llamadas porque basa sus comunicaciones en el chat, a través de datos. Las tarifas pueden ser muy asequibles. Podríamos conseguir unas mensualidades de 9 € o algo superiores, siempre que no abusemos de las llamadas y sms.

En definitiva, no supone un gasto muy importante el hecho de tener conexión a Internet en el terminal móvil.

Anímate a comprarle uno a tu hijo/a ahora que ha terminado el curso y bien merece una gratificación. Sabes que antes o después todos tendrán el suyo.

* Los datos que se indican tienen mero carácter informativo y pueden estar sujetos a errores u omisiones involuntarias.