Una petición de amistad: Papá

Invitación a PapáExiste una situación bastante conflictiva, bastante extraña que hace a los adolescentes pegar un grito, poner cara de asombro o incluso, saltar de la silla: Abrir tu tuenti, encontrarte con una petición de amistad y, para tu asombro, encontrarte con que tu padre, o tu madre, quiere ser tu amigo. La primera reacción de una adolescente es de asombro: Facebook vale, pero tuenti, ¿Para qué querrá mi padre tener tuenti?. Tras las cuestiones, llegan las suposiciones más frecuentes: A ver si se lo ha hecho para vigilarme, o para ver qué hago yo en cada momento. Y por último la gran pregunta final, que no es cuestionarse si se le acepta o no, si no decidir cómo se le explica a un padre que no lo quieres en tu lista de contactos.

Empecemos por el principio, ¿Es un padre un amigo? Hay que saber diferenciar: Queremos mucho a los padres, y pasamos, aunque no lo queramos reconocer, muchos momentos felices con ellos. Pero una cosa no quita la otra, y un padre no es la persona con la que compartes la etapa adolescente, ni tampoco la joven. Lo malo es que a esto los padres pueden dar varios argumentos en nuestra contra: ¿Es más amigo tuyo una persona a la que has conocido cualquier noche? ¿Confías más en él que en mi? Nosotros tenemos la respuesta a esa infinidad de preguntas, pero supongo que no encontramos las palabras adecuadas para explicarnos.

La reacción más común de los padres es atreverse a pensar que su hijo esconde algo, o que hace cosas que no debe, o que simplemente, no quiere compartir su vida con las personas que siempre van a estar ahí, apoyándoles. Simple ignorancia, pienso yo. No es tan rebuscado como todo eso, es simple, sencillo, es sólo que la generación de los 50 y los 60 buscaban su privacidad y su vínculo fuera de lo familiar fuera de casa, siempre en la calle. No pueden entender que no toda tu vida, pero sí parte de ella, esté dentro de una página de internet. Mientras que ellos bajaban a diario al parque a jugar con los amigos, o veían el único canal de televisión que existía, nosotros invertimos ese tiempo en crear nuestro propio mundo pero en la habitación de al lado de la suya. En definitiva, ¿Bajaban nuestros abuelos con ellos a la calle a charlar con sus amigos? ¿Se iban con ellos a tomar unas cañas después de clase? ¿Leían las revistas que ellos leían, o se metían en sus conversaciones telefónicas de fijo a fijo? No, claramente, les dejaban su propio espacio de libertad. Aterrizando por fin en el siglo XXI, nosotros hemos cambiado esas largas conversaciones telefónicas por conversaciones en tablones, privados o chats; somos capaces de inmortalizar con una cámara esas tardes con nuestros amigos y de colgarlas en internet para así luego reírnos y comentar las anécdotas que han pasado. ¿No se dan cuenta, entonces, nuestros padres, que estaríamos compartiendo con ellos esa vida privada de la que ellos sí que gozaron un día?

Por tanto la frase que más serviría para explicarle a un padre que no lo quieres en tu lista de contactos, sería algo así como esta que cito a continuación: No os lo toméis como una amenaza a nuestra relación, si no como un reclamo a mi propia libertad.

Esto es un punto de vista de alguien adolescente, pero, ¿Tenemos todos los adolescentes y jóvenes este punto de vista?
Y lo más importante, ¿Qué piensan los padres al respecto, les gustaría tener a sus hijos como contactos?
Y, si sus hijos no deciden aceptarles, ¿os lo tomaríais como una amenaza?

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javituero
13 years ago

…..bueno creo que a ninguno de nosotr@s nos gustaría que nuestr@s hijos nos viesen por ahí con nuestros amigotes, baboseando con las minifaldas, o con un pedo de muerte, o siendo el más gracioso de la cena…… y es público, ¿te gustaría que te reconocieran?, entonces si no te gusta, no hagas lo mismo….. enséñales a ser prudentes con internet, adviérteles de lo que publican, quién lo ve, evitar extraños inevitablemente atractivos, ……. el resto forma parte del sentido común que hayan ido adquiriendo, y que con vigilancia ya no van a mejorar………

otherside
13 years ago

Posiblemente el concepto de vida privada se ha ramificado en los últimos años. Por una parte está la vida privada que sólo cuentas a tus seres queridos y por otra la vida privada digital que internet te da la posibilidad de compartir con la gente que te rodea. Si que es verdad que hay saber dónde se encuentra la frontera entre estas dos ramas para evitar futuros problemas. Por otra parte, hay muchas cosas que aunque no supongan un problema si se hacen públicas, un adolescente no quiere compartir con sus padres.

Admin
13 years ago
Reply to  otherside

Completamente de acuerdo con la matización. Lo importante es saber dónde está la línea entre ambas vidas privadas.

Esther
13 years ago

Estoy totalmente de acuerdo con Manuel. Publicar cualquier cosa en Internet hace que automáticamente deje de ser privada. Las posibilidades de que pertenezcan al dominio de lo público son muy grandes. Por ejemplo basta que un contacto copie y pegue una foto en otro sitio.
Lo que no quieras que se sepa no lo cuentes.
Lo que no quieras que se vea no lo publiques.
En una cosa si que estoy totalmente de acuerdo: maternidad y amistad no es lo mismo.

Admin
13 years ago

No olvides que Facebook/Tuenti y “vida privada” son conceptos contradictorios. No cometas el error de pensar que una simple lista de amigos impide la visibilidad de tus fotos, tus risas y tus comentarios a otras personas. La limita, pero no la impide. Si quieres que algo sea realmente privado, desde luego te aconsejo que no lo pongas en Internet. Esa es la principal diferencia que veo yo. Más allá de fotografías esporádicas (porque un carrete valía dinero y revelarlo también), no hay evidencias gráficas de lo que yo hacia cuando salía de fiesta o quedaba con mis amigos hace unos… Read more »