(N.d.E. desde la redacción de este blog agradecemos encarecidamente la contribución de este nuevo colaborador que nos remite la siguiente entrada y al que animamos a que siga enviando muchas más. Gracias, no podemos estar más de acuerdo con lo que aquí expresas).
Con las TIC y la infancia ocurre como con otras tantas cosas, en si mismas no son peligrosas ni dañinas, sino que es el uso que se haga de las mismas lo que las sitúa en un extremo de la balanza o en el otro.
Así por tanto cualquier demonización de las TIC suele ser más bien fruto del temor de los padres (muchas veces no nativos digítales) hacia lo desconocido.
Y correspondiendo la labor de educar a los padres, y siendo precisa la educación de los menores en un correcto uso de internet, la carencia de conocimientos al respecto les incapacita para enseñar lo que desconocen.
De resultas de ello tal vez el primer paso sea la formación en TIC de los padres, no sólo en sus aspectos más operativos sino también en las aplicaciones formativas que puedan utilizar para/con sus hijos.
Buena iniciativa esta lanzada por una empresa privada que se preocupa por algo que escapa al afán lucrativo, y que demuestra una aplicación práctica de la implicación de las grandes empresas por la mejora de la sociedad.