El hipocondríaco es aquella persona obsesionada y preocupada constantemente por su salud. Vive angustiada pensando que padece alguna enfermedad cuando en realidad goza de buena salud.
Este fenómeno sicológico que siempre ha afectado a algunas personas se ve ahora acentuado por la enorme información médica o ‘paramédica’ que encontramos en Internet.
Según un estudio realizado por Bupa, compañía matriz de Sanitas, sólo en España, el 72% de la población conectada a Internet utiliza la red para informarse sobre cuestiones de salud.
Se ha tomado el término ‘cibercondríaco’ para designar a aquellos que buscan información médica únicamente en Internet o la buscan de forma permanente y no acuden o no respetan lo suficiente lo prescrito por su médico. Dan mayor crédito a lo encontrado en los diferentes foros de información que a la opinión profesional de su médico.
El efecto es doble, por un lado, para quien ya es hipocondríaco, la enorme información que encuentra sobre cualquier tema hará que su trastorno sea mucho más acusado y por otro lado, para cualquier usuario ‘normal’ afectado por algún síntoma, lo hará precipitarse fácilmente a la cibercondría.
Las fuentes en Internet dedicadas a la salud son casi infinitas como páginas especializadas, foros, blogs, chats, etc., y pueden ser de gran utilidad, pero también pueden crear un importante problema social a las personas que se dejan influir fácilmente y se sugestionan con el solo hecho de leer los síntomas de una enfermedad.
Pero además, el propio funcionamiento de los buscadores de Internet hace que las respuestas ante las consultas sean siempre ‘pesimistas’ o alarmantes. Por ejemplo, si buscamos en Google “mancha en la piel”, de los más de 5.000.000 de resultados obtenidos, el primero que nos devuelve es ‘cáncer de piel, tratamientos, síntomas…’.
Este efecto alarmante se produce para la búsqueda de cualquier síntoma. Es debido a que los buscadores ‘aprenden’ de lo que es más frecuentado por los usuarios y lo muestran en las primeras posiciones. Desde luego, esto no ayuda a los cibercondríacos.
Y lo más preocupante es ver la enorme cantidad de especialistas en temas médicos que hay en todas partes. Siguiendo con el ejemplo de las manchas en la piel, encontramos muchos consejos para eliminarlas o atenuarlas mediante el uso de ‘agua oxigenada’. Pero igualmente encontramos muchas opiniones contrarias, advirtiéndonos de los riesgos de ‘quemaduras’ que puede causarnos el agua oxigenada. ¿A quién creer?
La salud es un tema muy preocupante para todas las personas y en ocasiones puede resultar dolorosa y cara, por lo que es comprensible que muchas personas busquen información para asesorarse y para encontrar remedios caseros.
Pero es el médico el verdadero especialista en salud y aunque hay muy buenas páginas que tratan sobre medicina, debemos consultarlas con moderación y con la desconfianza propia de todo aquello que encontramos en Internet.
No des crédito a todo lo que lees, no te obsesiones con la enorme información disponible y consulta al médico real.