¿Qué hago si descubro pornografía infantil en Internet?

Los casos de detenciones policiales a redes de pederastas implicados en pornografía infantil en Internet son conocidas y por desgracia más habituales de lo que desearíamos.

Pero en las últimas semanas hemos conocido varios casos impactantes de esta naturaleza en los que tanto los afectados como los autores eran menores de edad. Algo del todo inimaginable hasta hace muy poco tiempo. El acceso habitual de los menores a las nuevas tecnologías y la proliferación de dispositivos conectados a Internet hace que surjan nuevas situaciones de riesgo de las que en muchos casos desconocemos su repercusión.

Es el caso del conocido ‘sexting’, actividad poco recomendable incluso para adultos, que consiste en enviar a través de algún medio electrónico fotos o vídeos sugerentes y de contenido sexual y que cuando aparecen menores es considerado como pornografía infantil, con las consecuencias legales que ello conlleva.

Esta actividad y la grabación directamente de escenas sexuales han estado detrás de varios casos con mucha repercusión en España, como el ocurrido a unos jóvenes en Cádiz a principios de abril, el de los jóvenes detenidos en Castellón o el de la joven y la niña de 3 años de Albacete el pasado mes de mayo. En total, al menos 22 detenidos, casi todos menores.

Todos ellos han tenido en común que han salido a la luz de forma pública y generalizada a través de las redes sociales. Se han reproducido de tal manera que han llegado a ser ‘trending topic’ en Twitter y es que muchos usuarios no saben que el solo hecho de tuitear el enlace de un vídeo con pornografía infantil es delito.

El artículo 189 del Código Penal, en su apartado 1, b), especifica que será castigado “el que produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere, ofreciere o facilitare la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces, o lo poseyere para estos fines, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o fuere desconocido”.

Por tanto, la mera tenencia del material pornográfico con menores y por supuesto su distribución de cualquier modo es un delito y está penado con hasta 9 años de cárcel.

Vistos los antecedentes, debemos pensar que en algún momento puede “caer en nuestras manos” un vídeo o imágenes de estas características. Veamos cómo deberíamos actuar para no vernos involucrados en un posible delito y si es posible, intentar limitar su distribución por la red.

¿Qué NO se debe hacer?

• En caso de haberlo descargado, no conserves el vídeo o imagen en ningún tipo de formato, piensa que el rastro de la descarga puede delatarte, por lo que en principio podrías ser objeto de investigación policial.
• No lo compartas, si lo haces habrás incurrido claramente en el delito y las investigaciones así lo corroborarán.
• No lo denuncies de forma pública. Ese ha sido el error de muchísimas personas que, con buenas intenciones, han compartido el vídeo por medio de Twitter, dirigiéndolo a @Policia para ponerlo en su conocimiento, sin darse cuenta que lo que se publica de este modo se hace de forma totalmente pública. Estrictamente todos ellos han cometido un delito.
• No creas que por ser menor de edad no te van a detener, la ley se aplica también a los menores y sus responsables legales.
• No te confíes por la aparente inocencia de una foto o vídeo si es de un menor. Un simple desnudo de un menor en una imagen puede ser considerado pornografía infantil, dependerá del caso y del criterio del juez.
• No permanezcas impasible si eres padre o madre. Habla con los menores y explícales la gravedad del caso antes que sea demasiado tarde.

¿Qué se debe hacer?

• Denunciar. Pero de modo privado, por ejemplo, a través de esta cuenta de correo de la policía: denuncias.pornografia.infantil@policia.es
• Eliminar la imagen o vídeo inmediatamente, incluso hacerlo desaparecer de la papelera del ordenador u otro dispositivo.
• Nunca compartirlo, es un delito, igual que realizarlo.
• Enseñar a los menores los riesgos y mostrarles los casos reales para que se conciencien de la gravedad y la repercusión de estas acciones.