Hasta la llegada de los teléfonos inteligentes o smartphones, la pérdida del móvil suponía, esencialmente, un daño económico y poco más. Hoy, ante este hecho, nos encontramos con una serie de problemas añadidos, como la pérdida de grandes cantidades de información, suplantación de identidad por ejemplo redes sociales, posibles compras online, etc.
Sabemos que la pérdida o robo de un móvil suele suponer, por desgracia, su desaparición para siempre. Veamos cuáles serían los pasos más adecuados y el correcto orden para intentar recuperarlo y de no ser posible, minimizar los riesgos.
Algunas de las acciones se deben anticipar, no podremos llevarlas a cabo si no hemos sido previsores. Y muchas de ellas, por razones obvias solo funcionarán si el móvil tiene suficiente batería para mantenerse encendido, por lo que nos deberemos apresurar a hacerlas.
- Llamar a nuestro número para intentar recuperarlo. Movidos por la tensión y el nerviosismo, a menudo nos precipitamos y lo primero que hacemos es llamar a la compañía telefónica para bloquear o dar de baja el número.
Evidentemente, la primera acción que debemos hacer es llamarlo para ver si lo ha encontrado alguien lo suficientemente honrado como para que lo devuelva. Una vez descartada la posibilidad de recuperarlo por la vía sencilla, aplicaremos medidas e intentaremos otros medios.