Los teléfonos inteligentes con el sistema operativo Android son los más numerosos actualmente. Son muchas las personas que lo utilizan a diario en todo el mundo, de todas las condiciones sociales incluso desde edades muy avanzadas. Son dispositivos con un alto potencial indiscutible para realizar todo tipo de tareas, pero al mismo tiempo, suponen un importante peligro de fuga de información personal y pérdida de privacidad.
A continuación expondremos los principales puntos que todo usuario de Android debería conocer y configurar según su propio criterio de seguridad.
Configurando Android para optimizar su seguridad
- Bloqueo de pantalla. En caso de pérdida o robo es una buena medida para salvaguardar nuestros datos y evitar el uso inmediato e indiscriminado de quien quisiera aprovecharse de la situación. Podemos configurarlo para que al nada más apagarse la pantalla se active la función y no nos deje acceder a sus funcione si no conocemos una contraseña o patrón de desbloqueo.
Podemos escoger, según versiones y dispositivos, hasta cuatro formas de desbloquear la pantalla de inicio: contraseña, patrón dibujado en la pantalla, reconocimiento facial e incluso lector de huella digital.
Encontraremos esta función en ‘Ajustes > Seguridad > Pantalla de seguridad’, aunque estos apartados pueden tener nombres algo diferentes según versiones.
Quizá el más cómodo resulte el patrón, al menos en la mayoría de teléfonos que no disponen del lector de huellas. Conviene configurar que se active inmediatamente y que no se muestre el patrón cuando lo dibujamos, impidiendo así que los demás puedan verlo fácilmente cuando lo dibujamos.
- Bloqueo de la SIM. Bloquear la SIM con una clave PIN de cuatro números nos protege esencialmente de dos cosas. La primera es el uso de la propia SIM en otro teléfono, lo que podría ocasionarnos un buen susto en nuestra factura y es una posibilidad al alcance de cualquiera. La segunda es el uso de esa SIM en el propio teléfono porque consiguieran anular el bloqueo de pantalla con un ‘hard reset’ (proceso por el que se devuelve el teléfono al estado de fábrica mediante técnicas que muchos conocen aún con bloqueo de pantalla).
Lo encontramos en ‘Ajustes > Seguridad > Bloqueo tarjeta SIM’
- Aplicaciones de orígenes desconocidos. Muy recomendable limitar las aplicaciones instaladas a solo aquellas que proceden de la tienda oficial Google Play (Play Store). Instalar de otras fuentes es posible, pero se asumen riesgos en seguridad y privacidad, pues pueden ser aplicaciones alteradas con fines malintencionados aunque aparentes ser de aspecto conocido.
Por defecto viene configurado para impedir estas instalaciones, pero no está de más revisar si conservamos esta medida preventiva en ‘Ajustes > Seguridad > Administración de dispositivos’.
- Aplicaciones para localizar el móvil y/o borrar contenidos. Existen muchas aplicaciones que podemos instalar y que nos pueden ser muy útiles ante la pérdida o robo de un dispositivo móvil Android. Por ejemplo Where is my droid? o Cerberus, esta última de pago. Pueden hacer infinidad de cosas a distancia, además de localizarlo en un mapa y borrar sus datos, también permitan grabar el sonido con el micro, imágenes con la cámara, etc. y recibirlas de forma secreta en nuestro ordenador.
No obstante, el propio Android y Google proporcionan en todos los dispositivos un sistema menos sofisticado pero que cumple con este fin. Nos muestra su localización en un mapa, permite el borrado de datos e incluso podemos devolverlo al estado de fábrica a distancia. Pero atención, esta herramienta no viene activada por defecto. Nuestra anterior entrada sobre el bloqueo remoto con contraseña explica cómo activar esta función.
- La nube como copia de seguridad. Perder un teléfono móvil antiguamente suponía casi con total seguridad perder mucha información: la agenda de contactos, fotos, avisos del calendario, notas, etc. Hoy podemos almacenar mucha más y mantenerla únicamente en el móvil es un riesgo que debemos evitar. Quizá lleve un poco de tiempo investigar cómo, pero todos los dispositivos Android tienen la posibilidad de utilizar información almacenada en “la nube”. Por ejemplo, debemos configurar la agenda de contactos para que utilice siempre los datos almacenados en Google. También el calendario, fotos y vídeos con Google+, copias de seguridad de cualquier cosa en Google Drive, correo electrónico, conversaciones del WhatsApp, configuración de aplicaciones, etc., todo puede conservarse a salvo en caso de pérdida del móvil y recuperarlo inmediatamente al utilizar otro con nuestra misma cuenta.
- Conservar o apuntar el IMEI. Es una medida recomendable para cualquier teléfono móvil, no solo Android. Es un número de 15 dígitos que identifica cada uno de los dispositivos existentes y nos será solicitado por la policía en el caso de realizar una denuncia por robo. Aunque es poco probable que lo encuentren, solo mediante ese número en la denuncia podrían confirmar quién es su legítimo dueño.
El número suele venir en el embalaje original del teléfono, pero también se puede encontrar debajo de la batería o pulsando *#06# y tecla de llamada en cualquier terminal.
- Antivirus. Aunque esta medida es discutible ya que algunos especialistas lo ven como una carga inútil si se hace un uso responsable y con sentido común, siempre aportará un plus de seguridad y por tanto será recomendable siempre que nuestro teléfono no se vea limitado en su velocidad o memoria al instalarlo. Se pueden encontrar multitud de antivirus en Play Store, solo hay que escoger alguno de los que gocen de mejor puntuación.
- Contraseñas para limitar acceso a aplicaciones. Algunas aplicaciones proporcionan un mayor nivel de seguridad permitiéndonos configurar un acceso con contraseña. Por ejemplo el caso de DropBox, aplicación que da acceso a todo nuestro contenido en “la nube” ofrece este servicio entre sus opciones de configuración.
También podemos pensar en utilizar el bloqueo con contraseña mediante aplicaciones que impiden el acceso a otras aplicaciones que limitamos a nuestra voluntad.
E incluso otras aplicaciones que lo que ocultan es el contenido que queramos mantener a salvo de intrusos. - Nada de prestarlo ni compartir las contraseñas. No es extraño ver entre los más jóvenes cómo se prestan el móvil e incluso en señal de buena amistad llegan a compartir las claves para acceder a diferentes espacios privados. En los dispositivos de hoy guardamos información que puede ser muy personal y sensible y debemos ser recelosos de su privacidad.
Si nos vemos obligados a prestarlo, que sea por poco tiempo, bajo nuestra supervisión y procuremos después cambiar las contraseñas que hayan podido averiguar.