Si hemos instalado un router wifi nuevo, bien porque acabamos de contratar este servicio o bien porque lo hemos sustituido por cualquier razón, deberemos mejorar la seguridad que trae configurada de fábrica.
El ejemplo que vamos a utilizar es el de un router Livebox suministrado en la actualidad por la compañía Orange. Podemos comprobar que la auto instalación es muy cómoda y fiable, un ordenador con los requisitos adecuados se conecta sin apenas esfuerzo, necesitaremos poco más que pulsar un botón para conseguirlo, literalmente.
Utiliza la opción WPS que reduce la tarea a pulsar el botón del router indicado cuando el ordenador realiza el intento de conexión. Se comunican entre ellos y ni siquiera es necesario escribir la contraseña correspondiente. Pero esta comodidad, que podemos aprovechar inicialmente, no va ligada a las mejores medidas de seguridad en el futuro.
Está bien aprovechar esta herramienta para realizar la conexión inicial, pero dejar el router configurado tal y como lo recibimos es un verdadero atentado contra nuestra propia seguridad.
Cualquier vecino que llegue a conocer la contraseña de acceso podría conectarse a nuestra red y entre otras cosas, podría aprovecharse de nuestra señal, espiar nuestros dispositivos, configurar el router a su antojo, cometer delitos que en principio recaerían sobre nosotros, etc.
En este caso, además, la contraseña de conexión que viene de fábrica y que se puede leer en la etiqueta del propio router es de solo ocho caracteres. Resulta demasiado sencilla para los medios que averiguan contraseñas utilizando la “fuerza bruta”, los que prueban todas las combinaciones posibles.
Pero además, es sabido que estas contraseñas pueden llegar a filtrarse y terminar siendo públicas. Los routers llevan una contraseña asociada, pero también un nombre que es el que identifica la red wifi. Esa relación entre nombre y contraseña es la que se ha hecho pública en alguna ocasión, lo que ha facilitado que miles de routers quedaran al alcance de cualquier dispositivo.
Por todo ello, tras lograr conectarnos inicialmente, debemos mejorar algunas características que vienen de origen. Solo vamos a explicar las más elementales, para que cualquier usuario, aunque sea inexperto, pueda realizarlas, lo que mejorará sustancialmente su seguridad.
Conectarse al router
Lo primero que necesitaremos es utilizar un ordenador que ya se haya conectado a nuestra red wifi. Abriremos cualquier navegador de Internet, como Chrome y escribiremos en la barra de direcciones estos números 192.168.1.1 y después apretaremos ‘Intro’. Nos aparecerá la página de acceso a la configuración del router.
El usuario es ‘admin’ y la contraseña para acceder también ‘admin’. Este es uno de los datos que vamos a cambiar, para evitar que cualquiera que se conecte pueda, además, configurar el router a su medida.
(Otros routers pueden requerir unos números diferentes a los que mencionamos arriba, en su documentación vendrán indicados. También la contraseña de acceso puede ser diferente de ‘admin’. Para configurar los de Movistar, deberemos conectarnos a su “portal Alejandra”)
Cambiar nombre y contraseña WIFI
Cambiar estos dos datos es esencial para mejorar la seguridad. El nombre que memoricemos aquí será el que aparecerá cuando veamos nuestra red wifi en un dispositivo, el que la identifica. Este nombre no debe contener espacios.
La contraseña que guardemos aquí será la que deberemos escribir a partir de ahora para conseguir conectarnos. No olvidemos dar clic en ‘Aplicar’ que encontraremos al final de la página. Y por supuesto, apuntar la nueva contraseña en algún lugar seguro.
En ese momento perderemos la conexión wifi en el ordenador que estemos usando. Para conectarnos de nuevo, deberemos pedirle al ordenador que intente una nueva conexión y que nos muestre las redes disponibles. Ahora nos aparecerá el nombre que acabamos de memorizar para nuestra red y nos conectaremos escribiendo la nueva contraseña. Si no sabes cómo, sigue las instrucciones del router, pero el apartado de conexión manual.
Cambiar clave de acceso
Como hemos dicho antes, esta clave de ingreso a la configuración también es conveniente cambiarla. Así nos aseguramos de que solo nosotros vamos a poder modificar la configuración.
Volvemos a hacer lo mismo que hemos explicado en ‘Conectarse al router’. Accedemos, pero ahora vamos al apartado ‘Administración’ sección ‘Configuración de acceso’.
Escribimos ‘admin’ como contraseña y actual guardamos cualquier otra más complicada. Aplicamos los cambios y nos la apuntamos en un lugar seguro.
Si en algún momento vemos que algo no funciona, que hemos olvidado la contraseña introducida o aparece cualquier otro problema que no podemos solucionar, solo tenemos que utilizar la función ‘reset’ que traen los routers. Se puede restaurar toda la configuración a su estado inicial si presionamos con algo muy fino en el orifico que encontraremos detrás señalizado como ‘reset’.
Estas serían las modificaciones mínimas que debemos aplicar para mejorar la configuración que traen por defecto todos los routers que proporcionan las compañías. Hay algunas más, como la restricción de conexiones por filtrado MAC u ocultar la identificación de la red, pero no son el objetivo de esta introducción a la configuración de la seguridad de un router.