Los especialistas en oftalmología son muy claros, el uso prolongado de teléfonos y tablets causa problemas en la visión y de seguir así, la población se verá afectada por la miopía de una manera alarmante.
La utilización abusiva de dispositivos electrónicos como smartphones, tabletas, ordenadores o consolas está provocando un incremento en las alteraciones visuales que afectan a la visión de niños y adultos. El efecto inmediato de este uso continuado se traduce en lo que los técnicos conocen como fatiga visual y se manifiesta a través síntomas tales como dolor de cabeza, ardor de ojos, sequedad, picor o parpadeo constante. Además, la visión puede volverse borrosa, tanto de lejos como de cerca.
A la larga, estas molestias parece que influyen en la aparición y desarrollo de la miopía. Estudios de especialistas han llegado a cuantificar esta influencia y pronostican hasta un incremento del 33% de esta alteración visual en los jóvenes para el año 2020 como consecuencia del uso de la tecnología.
Pensar que podemos evitar por completo estos efectos es poco realista. La sociedad evoluciona alrededor de los avances tecnológicos y éstos, mayoritariamente, presentan pantallas iluminadas. El número de horas que pasamos fijando la mirada a distancias cortas e intensamente iluminadas se ha multiplicado en las últimas décadas tras la aparición de los ordenadores, pero ha sufrido un incremento aún mayor con la invasión de teléfonos y tablets.
Por tanto, a lo que podemos aspirar es a minimizar los riesgos del uso continuado de estos dispositivos, no a su erradicación. Es importante aumentar la concienciación de toda la población, especialmente a niños y jóvenes, sobre los efectos perniciosos que produce en nuestra visión el abuso de estas pantallas.
Adoptar buenos hábitos y conocer algunos métodos para paliar sus efectos nos puede resultar útil. Pongámoslos en práctica desde ya y transmitámoslos a los más pequeños para evitar daños mayores en el futuro.
Consejos para evitar la Fatiga Visual
- Descansos periódicos cada cierto tiempo. Todos los especialistas coinciden en que el ojo debe dejar de enfocar la pantalla que tiene muy próxima (ordenador o teléfono) cada cierto tiempo y fijar la mirada en objetos que estén más lejanos. Para ayudar a recordarlo, algunos hablan de la regla del 20-20-20, es decir, cada 20 minutos debemos enfocar la visión durante al menos 20 segundos en objetos que estén al menos a unos 20 pies (6 metros).
- La pantalla por debajo del nivel del ojo. Para pantallas de ordenador se dice que el ojo debe situarse a la altura del marco superior de la pantalla. También las pequeñas pantallas que sostenemos con la mano deben estar ligeramente por debajo del nivel del ojo. Si la posición nos obliga a bajar más la vista, estaremos forzando el cuello y las cervicales y si la subimos en exceso, el ojo realizará un esfuerzo mayor del necesario
- Iluminación ambiente. El ojo se ve menos forzado cuando recibe estímulos de más de una fuente luminosa. Además de nuestra pantalla iluminada, la habitación o lugar de trabajo deben tener suficiente luz ambiente, nunca utilizar los teléfonos a oscuras. Este hábito es aplicable incluso para ver la televisión.
- Reducir el tiempo. Siempre que se pueda, reducir el tiempo de exposición. Limitar el uso excesivo en niños que pueden pasarse horas y días seguidos saltando de unas pantallas a otras, videojuegos, tablets, teléfonos…).
- Tres o más horas al aire libre. Parece que la falta de luz ambiente es una causa probada del aumento de la miopía. Un estudio de la Universidad Nacional Australiana en Canberra estima que los niños necesitan pasar unas tres horas por día bajo niveles de luz de al menos 10.000 lux para protegerse de la miopía.
- Ajustes de pantalla. A veces solo debemos ajustar algunas de las propiedades de nuestras pantallas para dejar de forzar la vista. El brillo no debe ser ni excesivo ni insuficiente. Los contrastes deben ser mínimos, por ejemplo, la lectura de un texto de color negro en pantalla resulta menos agresivo si el fondo no es blanco absoluto. También el tamaño de la letra lo podemos ajustar a nuestra comodidad.
- Pestañear. En una lectura o actividad absorbente podemos incluso no realizar el acto reflejo de pestañear. Recordemos hacerlo de forma periódica para evitar que se reseque y provoque el síndrome del ojo seco.