Facebook, la red social utilizada por más de 1.300 millones de personas en el mundo, se ha convertido en una “sociedad paralela”, en la que las personas conviven y se relacionan y donde, cómo no, surgen conflictos, riñas, insultos y otros problemas cotidianos.
Como en la vida real, si somos molestados o somos testigos de que algo no cumple con la Ley, podemos, incluso debemos denunciarlo. En esta enorme red social también tenemos mecanismos para denunciar las conductas que no cumplen con las normas impuestas por los administradores. En principio están pensadas para procurar la seguridad de las personas y conseguir que todos podamos sentirnos cómodos independientemente de nuestros orígenes o creencias.