Estamos habituados a utilizar sistemas de alarmas que nos avisan a una determinada hora programada para que no olvidemos realizar alguna acción. Pero, ¿y si esa alarma se activara en un determinado lugar en vez de en un determinado momento?
Todos conocemos las posibilidades que tienen los calendarios de los teléfonos para programar eventos en el futuro, con funciones que nos avisarán de muchos modos y con tiempos de antelación variables para que no nos olvidemos. Podemos programar una llamada telefónica para la semana próxima y el teléfono nos avisará con notificaciones de pantalla, correos electrónicos, SMS, etc, tantos como queramos y con la antelación que nos parezca conveniente.
Pero lo que no permiten estos calendarios es programar un aviso para que nos aparezca cuando lleguemos a un determinado lugar. Por ejemplo, quién no ha necesitado alguna vez recordar que debe pedir algo prestado en casa de sus padres, amigo o familiar. O qué tal la posibilidad de que nos aparezca un aviso en la entrada de nuestro supermercado habitual para no olvidarnos de comprar aquellos artículos que apuntamos unos días atrás.