Los ciberdelincuentes cuentan con muchos modos diferentes de obtener dinero fácil a costa de los sufridos usuarios de las tecnologías actuales. Uno de ellos es el conocido como ransomware o secuestro virtual del dispositivo móvil o equipo informático y que presenta una elevada incidencia desde hace ya algún tiempo.
A través de algún programa malicioso que instalamos involuntariamente en nuestro dispositivo logran bloquearnos su uso e incluso llegan a cifrar toda su información de modo que no nos es posible recuperarla. A cambio de la solución técnica que nos libera del problema, los delincuentes nos piden dinero a modo de rescate pero además, el desembolso de este dinero no siempre supone la liberación del equipo, lo que implica incluso un timo por partida doble.
A través del estudio realizado a nuestros lectores comprobamos que este tipo de programa malicioso ha llegado ya a afectar a un gran volumen de usuarios. El 11% de los encuestados ha llegado a ser víctima del ransomware lo que supone en números absolutos millones de personas que han visto bloqueado el uso de sus equipos y han puesto en peligro toda su información.
Seguramente no todos han llegado a pagar por su liberación, ya que en la mayoría de los casos existen medios más o menos complicados para solucionar el problema, pero seguro que son muchos los que ante la urgencia y el miedo a perder la información han decidido pagar. Además, en muchos casos, los delincuentes nos hacen creer que es la propia policía la que nos ha bloqueado el equipo por haber incurrido en algún delito en la Red, lo que hace que muchas personas decidan pagar porque realmente creen que se trata de algún tipo de sanción.
Pero lo realmente interesante del estudio es comprobar que más del 55 % de los usuarios ni conocen este tipo de amenaza ni han oído hablar de ella. El desconocimiento del riesgo es uno de los factores principales que utilizan los creadores de estos timos para aprovecharse de sus víctimas.
El solo hecho de conocer su existencia y el modo en que actúa no solo nos va a prevenir ante el riesgo de contraer la “infección”, sino que en el caso de padecerla, sabremos que nunca debemos pagar y que será conveniente buscar ayuda en Internet o confiar el equipo a algún experto.
¿Cómo prevenir el ransomware?
- El origen del problema siempre es la instalación inadvertida y silenciosa de un programa o aplicación malintencionada con los efectos dañinos descritos. Por tanto, debemos prestar mucha atención a lo que supone la descarga e instalación de cualquier archivo, aunque parezca inofensivo.
- La procedencia de ese archivo puede ser diversa. Puede llegarnos como adjunto en un correo electrónico normalmente de origen desconocido, puede proceder de alguna descarga en páginas de dudosa reputación, también en programas P2P o también como alguna aparente instalación necesaria en nuestro navegador para actualizarlo o cualquier otro pretexto.
- En el caso de teléfonos o tabletas, normalmente la infección se produce por permitir al teléfono instalar aplicaciones no oficiales o por instalar durante la navegación algún tipo de característica en el nevagador.
- Ante la facilidad con que se propaga este virus, uno de los mejores consejos que se pueden dar es realizar copias de seguridad periódicamente, porque la realidad es que en algunos casos nuestros archivos pueden verse afectados irreversiblemente.
- Es importante también mantener actualizados los sistemas operativos y resto de programas y aplicaciones. Los fabricantes incluyen mejoras de seguridad que no obtendremos si no actualizamos periódicamente.
- Un buen sistema de antivirus debidamente actualizado puede ser una importante medida de prevención.
- Nunca pagar el rescate, no debemos favorecer el desarrollo de esta amenaza, además, nunca estaremos seguros de si por medio del pago vamos a obtener la solución prometida.
Recuperación del equipo
Los virus capaces de secuestrar los equipos son muy variados y han evolucionado mucho con el tiempo. Además, según el sistema operativo del que se trate, actuará de un modo u otro.
En muchos casos, como en la mayoría de los que afectan a Windows, bastará con restaurar el equipo a un estado anterior.
En el caso de Android la solución suele pasar por reiniciar el teléfono en modo seguro y desinstalar entonces la aplicación maliciosa.
No obstante, no es posible dar una “receta” válida para todos los casos y todos los tipos de dispositivos. Si nos vemos en esta desagradable situación, deberemos buscar información en Internet precisa para nuestro modelo o equipo y si no nos vemos capacitados, lo mejor es pedir ayuda alguien experto o confiarlo a algún servicio técnico.