Si estamos buscando apartamento, chalet, piso, casa rural, etc. en alquiler para nuestras vacaciones, deberemos permanecer atentos a algunas señales que pueden alertarnos de que quizá estén intentando estafarnos
Cada vez son más las personas que optan por soluciones de alojamiento diferentes al hotel para disfrutar de sus vacaciones. Las razones son evidentes, principalmente por el precio, pero también porque permiten estancias con ambiente más familiar y distendido. Además, la oferta de apartamentos y viviendas para cortas estancias en plataformas Web han proliferado enormemente, lo que nos permite escoger una gran gama de destinos y de calidades.
Pero cuidado con lo que nos encontramos en Internet, porque como ya sabemos, a mayor actividad e interés de los usuarios por algo vía Web, mayor es el número de ciberdelincuentes que intentan sacar partido de ello y mayor el número de intentos de estafa que allí nos podemos encontrar.
Consejos para el alquiler de vacaciones online
- Precio “chollo”: normalmente, los precios situados por debajo de mercado se suelen utilizar como ”gancho” para reclamar la atención de la víctima. No es definitivo, pero es una de las señales que primero deben alertarnos, tanto en los alquileres de viviendas como en cualquier otra gestión de compra por Internet.
- Dueño en el extranjero: este tipo de engaño lo podemos encontrar tanto en la venta de vehículos como en el alquiler de viviendas. Si el propietario nos dice que nos enviará las llaves y un contrato para firmar a cambio de un pago inicial o señal, seguramente perderemos el dinero y nuestro lugar de vacaciones.
- Contacto directo: para nuestra tranquilidad, el propietario debe facilitarnos un número de teléfono donde localizarlo y comprobar que realmente existe y responde a nuestras llamadas. Es especialmente importante si el alquiler lo hemos localizado a través de alguna Web sin registro exhaustivo de usuarios, es decir, aquellas páginas que se limitan a ofrecer artículos de compra venta y que la relación entre vendedor y cliente se debe realizar externamente. Una comunicación limitada al uso del correo electrónico debe despertarnos desconfianza.
- Errores en el lenguaje: muchos de los timos que circulan por Internet los llevan a cabo personas desde el extranjero, normalmente desde países donde la legislación y las autoridades son menos estrictas. La mayoría de las veces, los autores no dominan nuestro idioma y utilizan traductores automáticos, consiguiendo textos con grandes faltas de ortografía y gramaticales. Es una señal prácticamente infalible de que algo turbio se esconde tras la oferta.
- Fotos repetidas en otros anuncios: los anuncios de viviendas vienen acompañados de fotografías. Los que intentan timarnos utilizan para sus anuncios fotos capturadas de otros anuncios reales, algo que podemos detectar fácilmente mediante el buscador de imágenes de Google.
Para realizar una búsqueda de imagen, tenemos diferentes opciones, pero la más rápida es copiar la URL de la imagen del anuncio sospechoso (botón derecho sobre ella y “copiar dirección de la imagen”) y pegarla en el apartado que veremos en el buscador “Pegar URL de imagen”.
Nos presentará en los resultados las direcciones donde ha encontrado la misma foto. Si todas ellas corresponden a anuncios de la misma vivienda pero en diferentes páginas, resultará creíble. Pero si aparece en otros anuncios que nada tienen que ver con el que estamos interesados, con seguridad se trata de un timo.
- Otras búsquedas por Internet: no está de más buscar en Internet cualquier otro dato del propietario que nos quiere alquilar la vivienda. Podemos introducir en el buscador tanto su nombre como su correo electrónico. Si ha estafado antes a alguien con esos mismos datos, es fácil que encontremos alguna referencia escrita sobre ello. También podemos buscar la dirección de la vivienda en Google Maps para ver si realmente existe y si la vista desde el satélite y la fachada (street view) coinciden con lo anunciado.
- Métodos de pago: debemos huir de los pagos por transferencia, sobre todo si las cuentas corresponden a bancos extranjeros y/o desconocidos. También son muy utilizados para los fraudes los servicios online que permiten enviar dinero, como Western Union o similar.