Atrás queda aquella época en que las vacaciones de verano suponían “desconectar de todo”, del trabajo, de los amigos, incluso de los familiares. Hoy resulta imposible salir de viaje sin la compañía de toda clase de dispositivos conectados.
Nos los llevamos a todas partes, a la playa, a la piscina, a hacer senderismo, y muchas de esas actividades fuera de lo corriente llevan asociado un riesgo alto de pérdida del dispositivo, rotura o incluso robo.
Además, determinadas acciones aparentemente inocentes, pueden acabar arruinando nuestro dispositivo y/o nuestros datos. Veamos una serie de buenos hábitos que mejorarán la seguridad de nuestros dispositivos, y lo que es más importante, de nuestra información.
No te conectes a redes públicas, son inseguras
Conectarse a redes wifi públicas, ya sean protegidas por contraseña o libres, pone en riesgo a nuestro dispositivo y a nuestra información. Esto es así porque este tipo de conexiones son vulnerables a lo que se conoce como ataque man-in-the-middle.
Como su propio nombre indica, un cibercriminal se colocaría en el medio de la conexión y el usuario, modificando el tráfico de la navegación de la víctima. De este modo, podría lograr engañarle para que se descargase aplicaciones maliciosas o aportase valiosos datos como el usuario y la contraseña de algún servicio, ya sean redes sociales o aplicaciones bancarias
No compartas tus fotos de vacaciones públicamente
O al menos, no lo hagas hasta que no llegues a tu domicilio habitual.
Si lo hacemos, estaremos informando a otras personas que estamos fuera de nuestro hogar, y nunca se sabe si podemos estar siendo vigilados.
Puede ser que tus amigos se mueran de envidia al ver las fotos, pero algunas personas pueden aprovechar esa información para visitar tu casa de forma inesperada.
No cargues el dispositivo en cualquier sitio
Actualmente es habitual encontrar puntos de carga a través de puertos USB en casi cualquier lugar público. Sin embargo, no es aconsejable utilizarlos, ya que pueden ser objeto de un ataque informático a través del propio puerto, desde donde podrían instalar software espía para acceder a nuestras contraseñas y datos.
No instales cualquier cosa
Es posible que algunos de los sitios que visitemos tengan aplicaciones para nuestros teléfonos inteligentes, por ejemplo, información turística de la zona, visitas guiadas con audio, etc. No obstante, hay que estar atento: a veces esas aplicaciones no son oficiales, sino que han sido desarrolladas por terceros e incorporan publicidad o requieren la descarga de terceras aplicaciones. Antes de instalarla, revisemos los permisos y estemos atentos a los que pueden ser sospechosos, como el envío de mensajes SMS
No utilices ordenadores desconocidos
A veces, puede ser tentador utilizar el ordenador público del hotel o de la cafetería para echar un vistazo rápido al correo electrónico o redes sociales, ya sea porque no tenemos nuestro dispositivo a mano o porque preferimos una pantalla grande.
El problema es que desconocemos cuál es la seguridad de ese equipo, por lo que deberemos resistir la tentación de utilizarlo para usos sensibles. Si hay que introducir un usuario y una clave, mejor prescindir de ordenadores públicos.
Buscar, bloquear y borrar el dispositivo a distancia
Todos los dispositivos móviles, tanto de iOS como de Android, cuentan con la opción ser gestionados a distancia ante una pérdida o robo.
Deberemos estar seguros de haberlo configurado de forma que podamos hacer uso de esa herramienta. Si no sabes si la tienes activada, revisa este artículo de nuestro blog.
Copias de seguridad
Y como toda precaución es poca, deberemos comprobar que tenemos copias de seguridad a buen recaudo de datos, fotos, y vídeos de nuestro teléfono. Normalmente nuestros dispositivos actuales hacen copias de seguridad del sistema y de nuestros archivos de forma continua. Pero no está de más comprobar que tenemos activada la función, como Google Fotos para las fotos, Google Drive para otros archivos o las copias de seguridad completas que pueden hacer los iOS en iCloud.