Los dispositivos que utilizamos para navegar por Internet almacenan información acerca de nuestras acciones. Quedan guardados rastros sobre todo lo que hemos visto y en ocasiones hasta lo que hemos escrito.
La navegación privada, disponible en todos los navegadores, evita que queden guardados estos datos y nos pone a salvo de miradas indiscretas.
Debemos conocer qué información queda guardada y cómo evitarlo si creemos que alguien de nuestro entorno pudiera estar interesado en espiar nuestras acciones en Internet.