En estas fechas empieza un nuevo curso escolar para todos los niños y jóvenes de nuestro país. En general, el sentimiento de todos los chicos y chicas será de resignación, al fin y al cabo en vacaciones se vive mejor que en época de estudio.
Pero desgraciadamente para algunos la sensación de asfixia y tormento será mucho mayor. Me refiero a aquellos que el año pasado ya sufrieron los ataques de sus “compañeros” a través de las redes sociales y otros servicios de mensajería por Internet, las víctimas del ciberacoso.
Quizá en verano el hostigamiento ha cesado o se ha visto reducido en gran medida, pero probablemente, el hecho de regresar a las aulas será suficiente para que regrese el conocido calvario.
El ciberbullying o ciberacoso se da habitualmente entre iguales, normalmente niños y jóvenes, y utiliza los medios de las nuevas tecnologías para insultar y burlarse de los compañeros. Como cada vez las tecnologías y especialmente los teléfonos inteligentes están presentes a edades más avanzadas, el fenómeno aparece antes en la vida de los escolares.