Todos los años por estas fechas vemos campañas preventivas en los distintos medios de comunicación que nos muestran cómo debemos preparar nuestra vivienda y qué medidas debemos tomar para no declarar abiertamente que nos ausentaremos durante un periodo más largo del habitual y así facilitar el trabajo a los ladrones.
Esencialmente consiste en disimular nuestra ausencia eliminando pistas y añadiendo otras que indiquen que todavía estamos en casa. Hay que decir a algún vecino de confianza que nos recoja el correo, dejar alguna persiana abierta, utilizar alguno de esos aparatos que se programan y permiten el encendido de una luz interior de forma aleatoria y por supuesto, no contar a desconocidos que nos vamos a ausentar en una determinada fecha.
Hoy es necesario añadir algún consejo más a esta lista de recomendaciones y en el caso de muchas familias actuales son tan importantes como los anteriores o más. Consiste en reducir los mensajes por Internet especialmente en redes sociales que “den pistas” sobre nuestra ausencia durante la temporada de vacaciones.
Algo tan evidentemente peligroso como contar nuestras vacaciones a desconocidos es probablemente uno de los mayores riesgos que hoy corremos cuando hacemos un uso inadecuado de las redes sociales y relajamos nuestro sentido de la privacidad.