El correo no deseado, conocido como ‘spam’ o correo basura son aquellos mensajes, publicitarios o no, que nos llegan sin haberlos solicitado y que normalmente no tienen ningún interés para nosotros. A menudo llegan incluso en otro idioma y suelen proceder frecuentemente de otros países.
Además de ser una incomodidad en el momento de revisar nuestra bandeja de entrada, este fenómeno es tan elevado que incluso representa un riesgo desde el punto de vista medioambiental por el consumo energético que requiere. Se calcula que diariamente se envían varios cientos de miles de millones de mensajes no deseados.
Y no olvidemos que muchos de estos mensajes esconden intenciones malignas, a menudo intentan engañarnos con mensajes alarmantes del tipo ‘se ha bloqueado tu cuenta de correo’ o ‘se ha bloqueado tu cuenta del banco, confirma tus datos’. Intentan estafarnos o robarnos nuestros datos de acceso personal para suplantar nuestra identidad con el tipo de engaño ‘phishing’. También pueden esconder archivos adjuntos que, al ejecutarlos, nos instala algún programa tipo virus con serias repercusiones.
No recibir correo spam es tarea casi imposible, sobre todo si nuestra cuenta de correo ya tiene algún tiempo y la hemos utilizado activamente, pero unos buenos hábitos pueden ayudarnos mucho y al mismo tiempo actuamos solidariamente con el resto de la comunidad al intentar reducir sus efectos.