Hoy se encuentran en el mercado dispositivos con funciones de cámara espía que resultan prácticamente imposibles de descubrir y están al alcance de cualquiera. Son objetos de uso cotidiano con cámaras perfectamente disimuladas que seguramente nunca descubriríamos.
La tecnología ha conseguido reducir el tamaño de las cámaras de forma muy considerable. También los otros elementos que se necesitan para conseguir un dispositivo de vídeo espionaje son ahora muy pequeños, como las tarjetas de memoria, los micrófonos, los dispositivos para la conexión Wifi o Bluetooth, así como los Leds de luz infrarroja para la grabación nocturna.
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