Los ‘modchips’ (chips modificados o simpemente mod) son unos microchips que se instalan en los circuitos o se accede por USB y que se utilizan para modificar o anular las restricciones que los fabricantes imponen en sus videoconsolas.
Dependiendo del modelo de chip y de la consola de la que se trate, las funcionalidades que aporta pueden ser diferentes. Se han desarrollado muchos modelos diferentes y pueden ser instalados en cualquiera de los dispositivos más conocidos de Nintendo, Microsoft o Sony.
El gran éxito de su fabricación y comercialización se debe a que con estas modificaciones, las consolas pueden utilizar copias de juegos “piratas”. Pero además, aporta otras ventajas, como la posibilidad de leer juegos de otros países o reproducir formatos de video incompatibles originalmente.
Todo lo relacionado con la ‘legalidad’ o ‘ilegaliad’ acerca del uso de estos sistemas conlleva siempre una gran controversia. El problema mayor, quizá sea la falta de regulación internacional, siendo cada país el que regula sus leyes para su territorio. Existen lagunas legales e interpretaciones diferentes de las leyes que hacen que incluso los jueces no sean capaces de ponerse de acuerdo.